Cómo usar adecuadamente el baño de sauna

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Desde tiempos inmemorables los baños donde se usa vapor han sido apreciados por miles de personas gracias a la relajación que proporciona, por lo que se recomienda especialmente para aliviar el estrés, los dolores musculares o reumáticos, para desintoxicar el organismo, mejorar la circulación sanguínea, aliviar el dolor a causa de pequeñas contracturas o lesiones musculares a causa de grandes esfuerzos físicos, entre otros malestares.

Sin embargo, muchas personas utilizan incorrectamente el baño en sauna, por lo que han tenido experiencias desagradables, o no han podido apreciar todas sus bondades; por ello hoy en el blog de H2OTEK te contaremos el uso correcto y te daremos algunos consejos para que aproveches todos sus beneficios.

Antiguas culturas como las prehispánicas, romanas, japonesas y finlandesas han utilizado los distintos baños de vapor que conocemos en la actualidad, aunque el de sauna se inventó en Finlandia, con fines medicinales cuyos beneficios los ha comprobado la ciencia. Los finlandeses dicen que en este tipo de baño el cuerpo se ablanda y que el remedio para el dolor en venas, huesos y cabeza es un baño donde el vapor se refugie en el corazón para librarlo del frío, pues el calor lo calentará por dentro.

Sin embargo muchas personas cometen errores al querer aprovechar los vapores de este baño, y al utilizarlo de forma inadecuada no aprovechan todas sus bondades; es importante saber que el baño tiene etapas importantes: la limpieza de la piel, el calentamiento y el enfriamiento.

Antes de entrar al sauna hay que ducharse con agua templada para ingresar a la zona de vapor con la piel mojada, limpia y preparada para recibir calor, luego se debe entrar al área de vapor y sentarse en el banco inferior y relajarse hasta empezar a sudar, se recomienda quedarse entre diez y quince minutos, tiempo en el que se puede aprovechar para aplicar algún tratamiento exfoliante, como lodo, frotarse la piel con manoplas especiales o tallarse las asperezas en pies, rodillas y codos con una piedra pómez. Al cabo de este tiempo se debe salir y volver a ducharse con agua fría, para regresar a relajarse al banco superior por otros diez minutos, tras los cuales una vez más se recomienda la ducha para eliminar el sudor, impurezas y células muertas de la piel.

Durante el tiempo que permanecemos en el vapor y al salir, se recomienda beber agua o una bebida isotónica, ya que el sudor puede deshidratarnos; sin embargo se deben evitar las bebidas alcohólicas a toda costa. Tras la última ducha es importante abrigarse bien antes de salir al exterior, pero de ser posible hay que descansar unos momentos antes de salir pues en el baño de vapor la presión baja y los movimientos se hacen más lentos, además el cuerpo se puede sentir cansado, pesado y muy caliente.

En la etapa de calentamiento, la temperatura corporal puede subir hasta los 40°C, que es la causante de que sudemos excesivamente y de que los poros se abran, durante este tiempo la piel se limpia de impurezas desde el interior, excretando los desechos acumulados; el proceso de vasodilatación también ayuda a incrementar la circulación sanguínea, por lo que las personas aquejadas por malestares relacionados (como las várices) pueden sentir alivio de forma inmediata, además su presión arterial se normaliza con el calor.

Por su parte, en las etapas de enfriamiento, las duchas frías y rápidas llevan a un cambio abrupto en la temperatura corporal, que estimula al cerebro, satura la sangre de oxígeno y, al contrario del calor, provoca la contracción de los vasos sanguíneos. La combinación entre calor y frío estimula a la circulación sanguínea porque se acelera al corazón para que lleve más sangre a las células de la piel y luego se enfría para tonificarla, darle alivio y relajación.

El baño en sauna se recomienda para relajar la musculatura, limpiar y desobstruir las vías respiratorias, desintoxicar y expulsar las impurezas del organismo mediante el sudor, estimular la circulación sanguínea, dormir mejor y aliviar el dolor corporal y articular. Sin embargo, en una persona sana se recomienda no tomar uno de estos baños más de dos veces por semana, mientras que las aquejadas por ciertas patologías deben consultar a su médico, ya que algunas enfermedades respiratorias y circulatorias no se benefician con los cambios bruscos de temperatura.

Por el contrario, algunas personas con lesiones musculares, que se recuperan de fracturas o de cirugías pueden beneficiarse con este tipo de baño, incluso suelen ser recomendados por fisioterapeutas, ortopedistas y hasta ginecólogos tras el parto. Se puede combinar el baño con vapor con una sesión de masaje terapéutico o la aplicación de ventosas, por lo que son tratamientos que encontramos con mucha frecuencia en los spa, de donde saldremos con gran tranquilidad, relajación y la sensación de renovación.

Un dato curioso sobre este baño y el parto y post-parto es que en la época de los romanos, donde no se conocían técnicas de esterilización para eliminar bacterias, los baños de sauna eran refugios contra los microorganismos, por lo que las mujeres parían en estos lugares.

Por esta razón más y más personas buscan contar con un sistema de sauna en su propio hogar, lo que les permite aprovechar mejor sus bondades, ya que no necesitan acudir a un lugar especial para relajarse, aliviar sus dolencias y tener una mejor salud.

Si deseas aprovechar todos los beneficios de uno de los baños más antiguos en la historia de la humanidad, ya sea para tu hogar o negocio, en H2OTEK encontrarás todo lo que necesitas para contar con el baño de sauna de la mejor calidad; visita nuestra página web y conoce todos los servicios que tenemos para ti.

 

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