Hay muchas industrias que requieren fuentes de vapor, entre las que destacan las calderas y los generadores de vapor. Si bien ambos tienen el mismo objetivo, que es generar vapor para alimentar procesos y equipos, presentan notables diferencias en su diseño y funcionamiento. Conocerlos mejor ayudará a determinar cuál es la opción más conveniente para su caso, aunque la mayoría se inclina por los generadores.
El funcionamiento y aplicaciones de las calderas
Se trata de recipientes a presión de grandes dimensiones en cuyo interior se calienta el agua mediante sistemas de combustión hasta que alcanza su punto de ebullición. Hay dos tipos de calderas que se usan ampliamente:
Calderas pirotubulares
En este caso, se transmiten gases de combustión por conductos que cruzan un cilindro hermético con agua. Calientan mediante conducción térmica para generar el vapor.
Calderas acuotubulares
Son más pequeñas y reciben su nombre por el equipo que está en el interior de tubos. En este caso, la generación de vapor se relaciona directamente con la correspondencia entre temperatura y presión.
En ambos casos, el calor que se produce es inyectado como vapor en el sistema y, posteriormente, fluye por los conductos hacia el proceso o equipo a calentar. Una pregunta frecuente acerca de las calderas se refiere a su aplicación. Se usan para procesamiento de carnes, revestimientos de textiles, producción de papel o cristal o para alimentar a hoteles con calor.
El funcionamiento y aplicación es de los generadores de vapor
Se trata de equipos que calientan agua para generar vapor en un recipiente presurizado. El sistema integra una bomba para alimentar a la cámara con agua, donde se encuentran sumergidos los dispositivos de calefacción. Por medio de la cámara sometida a presión, el líquido suministrado torna en vapor al calentarse y es pasado al sistema de ductos.
Son equipos eléctricos que se usan en sectores donde se requiere un óptimo control de humedad y para casos donde se requiere vapor bajo demanda. Sus dimensiones son menores en comparación con las calderas y, a diferencia de estas últimas, son más fáciles de poner en funcionamiento. En algunos casos se utilizan como auxiliares de las calderas.
Hay algunos generadores de vapor para baño, saunas y otras aplicaciones similares y otros para aplicaciones más demandantes. Funcionan con sistemas de ductos con ventilación calefacción y aire acondicionado y su capacidad es menor que las de las calderas, por lo que se recomiendan en aplicaciones donde se necesita vapor en una habitación o proceso.
¿Por qué optar por los generadores?
Hay algunas aplicaciones donde no se necesitan de grandes calderas. Para ellas, se recomiendan los generadores de vapor eléctricos, que son portátiles y se ofrecen en diferentes capacidades. Hay otras razones por las que conviene su adquisición, como:
Dimensiones
Al ser más pequeño un generador, es la mejor opción en instalaciones con limitaciones espaciales. En H2OTEK encontrarán ejemplares compactos, que no necesitan instalaciones complejas como las calderas y que son transportables en diferentes puntos donde se requiere vapor.
Seguridad
Los generadores no dependen los combustibles fósiles, por lo que no presentan los riesgos comunes al manejar estos energéticos ni tampoco son propensos a las fallas de calderas durante las combustiones. Las últimas son propensas a problemas de seguridad y fallas por malas condiciones, deficientes tratamientos de agua, llamas, exceso de calentamiento, explosiones, vacíos, mal calentamiento, entre otros.
Precio
La instalación de las calderas de vapor requiere mucho tiempo e inversión. En cambio, los generadores tienen un precio mucho menor y no dependen de los constantes suministros de combustible que, dependiendo su tipo, son propensos a fluctuaciones de precio. Al igual que otros equipos que funcionan con electricidad, son más eficientes e implican menos costes por uso. Proporcionan una cantidad adecuada de vapor, a diferencia de las calderas, que llegan a suministrarlo en exceso, elevando los costes operativos.
Eficiencia energética
Como mencionamos, los generadores de vapor eléctricos son más eficientes. No consumen electricidad mientras están inactivos y solo se ponen en marcha cuando se demanda vapor, lo que es conveniente en las épocas más calurosas, donde no es necesario que operen a su máxima capacidad. En cambio, las calderas necesitan más energía para ofrecer un buen rendimiento. Son más grandes y requieren sistemas de tuberías más complejos y extensos, por lo que su activación y apagado no es sencillo. A ello se añade que queman combustible de forma continua, incluso si el vapor no es demandado.
Tiempo de suministro
Al tener únicamente una cámara, un diseño compacto y una baja demanda de líquido, se requieren pocos minutos para brindar vapor, incluso si arrancan en frío. Esto no ocurre con las calderas que, en algunos casos, se requieren horas para suministrar vapor. A ello se debe que los generadores sean buena opción para situaciones de emergencia o donde no se requiera vapor por largos lapsos, por ejemplo, en laboratorios.
Si necesitan generadores de alta calidad u otros equipos como el humidificador industrial, contáctennos al 800 9 H2O TEK (800 9426 835) o envíennos un correo a la dirección: info@h2otek.com.